martes, 20 de diciembre de 2011

Qué hacer cuando llega nuestro bebe y tenemos nuestro perro

 Muchas personas creen que el tener perros y el nacimiento del bebé es un hecho incompatible, poco higiénico, y que requiere de medidas drásticas. 

¿Hemos de deshacernos del perro porque vayamos a tener un bebé?

No dejes que nadie te “coma el coco” diciéndote que has de desprenderte de tu perro por el hecho de que vas a tener un hijo. ¿Acaso te desprenderías de un hijo al saber que va a tener un hermanito? Un perro es un animal, no una persona, pero siente y padece tanto como nosotros. Además, él estaba primero, y lo cogiste porque quisiste. ¡Por favor, sé responsable!
Además, recuerda que la sana costumbre de criar a los niños en contacto con los animales se ha practicado durante miles de años, antes de que a nuestra “moderna” sociedad le entraran un montón de miedos: a las bacterias, al polvo, a los perros y, en definitiva, a elementos de la naturaleza que siempre han estado en contacto con nosotros pero que ahora, de repente, hemos decidido que no toleramos
De hecho esa intolerancia es una de las principales causas del brutal incremento de alergias que padecemos hoy en día. Con los síntomas alérgicos nuestro cuerpo nos indica que nos hemos apartado demasiado de la naturaleza. La alergia se produce cuando nuestro sistema inmunitario reacciona con excesiva violencia ante estímulos que antes, cuando teníamos menos manías, no nos hacían daño. No cometas ese error. Tu perro será un compañero de juegos perfecto para tu hijo así que tener perros y el nacimiento del bebé no debería de ser, salvo excepciones, un problema.

Aplica ya los cambios durante el embarazo

Procura informarte de todos los cambios que van a producirse con el nacimiento del bebé (horarios, distribución de habitaciones, etc.) y ves aplicándolos ya durante el embarazo, para que el perro se vaya acostumbrando a la rutina que llevarás cuando tengas a tu hijo.
Una de las cosas que seguro sucederán es que podrás dedicarle menos tiempo. Por lo tanto, reduce el nivel de mimos hacia el perro y ves acostumbrándolo a paseos algo más cortos (sin que disminuya la calidad de vida del animal). No le saludes al entrar en casa, pues eso fomenta su dependencia (es un momento en el que te está pidiendo atención)
Piensa que cuando llegues con el niño a casa por primera vez o, más adelante, cuando llegues de pasear a tu hijo, no podrás saludar a tu perro. Mejor que le acostumbres ahora a no recibir los mimos nada más llegar tú a casa. Así no asociará ese cambio de actitud con el nacimiento del bebé, lo cual podría provocar celos.

Cuando vaya por la calle que aprenda ya a no tirar de la correa

Si tu perro no está educado para caminar por la calle sin tirar de la correa, piensa que cuando vayas con él y con el carrito del niño será una odisea. Asimismo, si en algún momento ha tenido el más mínimo signo de agresividad hacia niños o hacia vosotros (os ladra o gruñe cuando le reñís, cuando le quitáis algo que ha cogido, muestra celos hacia otra mascota o hacia algún miembro de la familia, etc.) es extremadamente urgente que soluciones el problema de su educación antes del nacimiento del bebé. No lo sigas postergando.

Adiestramiento antes del nacimiento del bebé

Llama inmediatamente a un adiestrador para tener a tu mascota educada antes de que llegue el 6º mes de embarazo. Con un buen adiestramiento, que también incluya terapias emocionales (sin medicación) para tu mascota, se pueden solucionar totalmente incluso casos de agresividad, pero no esperes al nacimiento del bebé, ya que entonces el adiestramiento de tu perro estará mucho más limitado.
Esto sucede porque al adiestrar a un perro agresivo le obligamos a someterse a los dueños en vez de que continúe mandando él, pero si hay un miembro de la familia (en este caso el bebé) que no puede ganarse el respeto del perro por sí mismo, el adiestramiento puede ser contraproducente, ya que el perro puede pagar con el niño su frustración y su mal genio durante el proceso educativo.
¡No te asustes! Incluso en esos casos una buena terapia emocional puede bajarle la agresividad lo suficiente como para que podamos adiestrarlo. Pero tendríamos que renunciar al orden óptimo de trabajo (adiestrarlo al mismo tiempo que se empieza la terapia emocional)
Por lo tanto, si todavía no has educado a tu mascota, ahora se hace imprescindible que lo hagas. Así cuando llegue el bebé podrás disfrutar de él… y de tu perro bien educado.

Cuando el niño acabe de nacer

Mientras estáis en el hospital, es importante que le hagáis llegar al perro pañales y ropa usada por el niño, para que pueda olerlos y familiarizarse con el nuevo miembro de la familia antes de su llegada a casa.

Cuando llevamos el niño a casa por primera vez

Después del nacimiento del bebé, cuando tu pareja y tú lleguéis a casa con el niño, es conveniente que el padre entre delante de la madre, que es la que lleva el niño en brazos. Es mejor si ya habéis acostumbrado a vuestro perro a no recibir saludos en cuanto llegáis a casa.
Pero si no es así, el padre tendrá que saludar primero al perro, intentando calmarlo. Luego la madre ha de entrar con el niño y sentarse en el sofá, para poner al niño al alcance del perro.
Deja que el perro huela a tu hijo con toda naturalidad. Lo único que debes evitar, por higiene, es que le lama la cara. Mientras huele al niño, acaríciale, para que asocie la llegada del niño a un momento agradable y sepa que tu hijo no va a suponer para él un rival a la hora de conseguir caricias.

Cuando empieces a educar a tu hijo

Procura no reñir al niño a gritos, y mucho menos delante del perro. Tu mascota podría sentir la tentación de apoyarte en tu condición de líder de la manada y “reñir” él también al niño. Además has de recordar que los perros son extremadamente sensibles a las energías que hay en su ambiente.
Si en casa proliferan el ruido, los gritos, los llantos, etc. tu mascota será la primera en estresarse. Procurad mantener entre todos un ambiente de calma y armonía en casa, del cual pueda beneficiarse toda la familia.

¿Sabias que…?

Los perros tienen un olfato 20 veces superior al nuestro, con lo que pueden detectar que una mujer está embarazada bastante antes de que ella misma lo sepa, ya que huelen las sustancias que, desde el momento mismo de la concepción, se segregan en la sangre de la embarazada.
Se han dado casos de perros que siempre se habían subido encima de su dueña para saludarla y que, de repente, dejan de hacerlo. Tiempo después la mujer se entera de que está embarazada.
Es curioso como desde mucho antes del nacimiento del bebé el perro ya percibe los cambios en el hogar.


Laura Oliván
Especialista en comportamiento canino. Creadora del Adiestramiento Emocional. Reside en Barcelona (España)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dar tu opinión.